Sigamos Unidos y Organizados en defensa de nuestros derechos.
El trabajo no es solo una fuente de ingresos: es dignidad, es identidad, es progreso.
En una sociedad que se construye con esfuerzo colectivo, la clase trabajadora ha sido y sigue siendo el motor del desarrollo, el pilar de cada conquista social y la garantía de los derechos de todas y todos.
En ese entramado esencial, el rol de las y los trabajadoras/es NODOCENTES es clave para el funcionamiento cotidiano de nuestras universidades públicas. A veces invisibles, pero imprescindibles:
Los espacios de estudio se limpian y acondicionan cada día.
Los laboratorios se mantienen operativos y en condiciones seguras.
Las becas se administran y gestionan con responsabilidad.
La infraestructura se sostiene y mejora con tareas permanentes.
Los sistemas informáticos se actualizan y mantienen activos.
Las bibliotecas se organizan, abren y atienden a miles de estudiantes.
Los trámites administrativos, académicos y contables se procesan con eficiencia.
Cada rincón de la universidad funciona porque hay un trabajador o trabajadora NODOCENTE cumpliendo su tarea con compromiso.
La universidad pública se sostiene por ese trabajo silencioso, permanente y vital.
Hoy, frente a un gobierno que ajusta, precariza y desconoce derechos, la unidad del colectivo trabajador es más necesario que nunca.
Desde la ATUNLu, saludamos con orgullo a quienes con esfuerzo y trabajo sostienen día a día nuestras casas de estudio. Y reafirmamos nuestro compromiso de continuar luchando en Unidad, Solidaridad y Organización en defensa de nuestra educación, fuentes de trabajo y por una mayor justicia social.
¡Feliz Día!